EL MILAGRO DE MEDIANOCHE: UN IDEAL DE PRECISIÓN
Cuando llega la medianoche, la fecha y el día cambian de forma simultánea en sus respectivas ventanas de la esfera. Esta proeza relojera, el «milagro de medianoche», se basa en un mecanismo de discos. Es fruto de numerosos años de investigación: de 1950 a 1955 Rolex registró cuatro patentes de relojes dotados con visualización del día y de la fecha.
En la actualidad, el Day‑Date está equipado con el calibre 3255, un movimiento de nueva generación, completamente desarrollado y manufacturado por Rolex para garantizar un rendimiento superlativo