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Las horas encantadas de Cartier
21/11/2023
Opinión
Para todo aquel que esté adentrado en la relojería o joyería, el nombre Cartier seguramente ha salido a relucir en algún punto.
Ya sea que se vea solamente desde el punto de vista de la relojería no es difícil ver la influencia joyera que se encuentra en la hechura de los relojes de Cartier, hay que recordar que la renombrada firma primeramente se dedicaba a la joyería, aunque su valor como firma relojera quedó fuertemente establecida desde principios del Siglo XX.
Por ejemplo, los collares de perlas de Cartier eran de las más codiciadas piezas de joyería en todo el mundo durante el siglo XX, aún lo son en pleno siglo XXI e inevitablemente se adentraron en la relojería a medida que el tiempo y la medida del tiempo progresaba.
Cartier ha hecho relojes verdaderamente emblemáticos, como el Tank, pieza que alcanzó la fama en la pantalla grande cuando el gran actor Rodolfo Valentino se rehusó a quitarse su reloj que tanto adoraba durante la filmación de “The son of the Sheik”.
Como el director no podía despedir a uno de los actores más famosos del planeta este no tuvo más remedio que cumplir el capricho de Valentino, a pesar de que el uso del reloj no era históricamente correcto.
Tal es la importancia y la fascinación que acompaña al nombre de Cartier. Noviembre marca el inicio de la temporada festiva, aquella donde nos reunimos con nuestra familia en noche buena y posteriormente nos despedimos del año en curso.
Entonces ¿por qué no indagar un poco en las horas encantadas de Cartier? Con una pieza de la renombrada firma relojera algo tan mundano como ver la hora se vuelve algo genuinamente mágico.
Uno de los relojes de las horas encantadas de Cartier es el Ballon Bleu, una pieza cuya forma habla por si misma y que jamás un nombre había encajado tan bien al objeto que se le otorga.
Existen varias versiones de éste, pero quizá una de las más cautivadoras es la de caja de oro rosa que a su vez está engastada con 54 diamantes, con una carátula plateada con un acabado tipo “rayos de sol” y 21 diamantes adornándola.
Las horas encantadas no se detienen ahí, hay varios relojes dentro del repertorio de Cartier que encajan en esa categoría, todas las piezas siendo igual de impresionantes, lo que varía es el estilo y gusto de quien desee obtenerlo.
El Panthère es uno de ellos, originalmente creado en los años 80, el reloj esencialmente cuadrado se ha vuelto una pieza atemporal, una a la que no le afecta el paso del mismo tiempo que marca.
El nombre Panthère sale de la flexibilidad y forma que tiene el brazalete, pues este es particularmente flexible.
Como todo buen Cartier hay una versión para cada estilo, hay de acero inoxidable y de oro rosa cuya carátula mantiene un carácter limpio con una reminiscencia al icónico Tank.
Así como también existe una versión con una carátula y bisel totalmente pulcra y perfectamente lisa.
Continuando con relojes atemporales y las horas encantadas de Cartier no podemos irnos, sin antes mencionar al famoso Santos.
El origen de este reloj se relaciona figuras históricas e innovación, como sería de esperarse de una firma de tanto renombre como Cartier.
Para comprender la importancia del Santos debemos recordar que a principios de los años 1900 las cosas eran bastante diferentes (obviamente), pero nos vamos a centrar en la relojería y no en el entorno social o geopolítico de la época.
Hoy en 2023 estamos acostumbrados a que el reloj se usa en la muñeca (izquierda o derecha) por eso se le llama reloj de pulsera o reloj de pulso, puesto a que se sitúa justo donde un doctor tomaría nuestro ritmo cardíaco o nuestro pulso.
Pero hace más de 100 años este no era el caso, la norma eran los relojes de bolsillo pues los de pulso ni siquiera habían sido inventados, su concepción nunca fue necesaria.
Todo lo que necesitaba el distinguido portador era su reloj y una cadena a la cual atarlo a su vestimenta; si has visto películas de época como “Sherlock Holmes” seguro habrás notado el uso de este tipo de relojes o inclusive en el popular anime “Fullmetal Alchemist”, donde se encontraban grabadas las palabras “no olvides el 3 de Octubre de 1911.”
Grabar fechas o el nombre de alguien en los relojes era una práctica común en ese entonces; y hoy en día aún lo es, como Cartier puede testificar puesto a que también la firma personalizará tu reloj, joyería o articulo de piel que adquieras de ellos, ya sea para ti o para un regalo.
Regresemos a los años 1900, el inventor, aventurero y aeronauta brasileño Alberto Santos-Dumont fue uno de los primeros aviadores del mundo y tenía gran experiencia con globos aerostáticos.
Además diseñó varios aviones y viajó a París para continuar con sus inventos voladores, puesto que “la ciudad de las luces” era el epicentro de todo desarrollo tecnológico, coincidentemente también es donde se encuentra la joyería de Louis Cartier.
Ambos siendo hombres de la innovación era cuestión de tiempo para que se conocieran, en una de sus pláticas salió el tema de que Santos-Dumont encontraba extremadamente incómodo el tener que sacar su reloj de bolsillo mientras operaba sus máquinas voladoras.
Louis Cartier vio esta necesidad y creó el Cartier Santos en 1904, el primer reloj de pulso de la historia, desde entonces se ha vuelto un ícono de la casa relojera (y de la relojería en general), un reloj atemporal que aún hoy en día continúa atrayendo miradas.
El Santos por supuesto que forma parte de las horas encantadas de Cartier, en varias de sus iteraciones, ya sea uno totalmente de acero inoxidable con una carátula blanca o con una azul.
Inclusive está la versión de acero inoxidable con el bisel de oro amarillo, material que también se encuentra en los tornillos del brazalete.