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Todo por el diseño: Junghans
29/08/2023
Opinión
Junghans Meister Driver Chronograph
Al momento de hablar de relojería por lo general pensamos en Suiza, país famoso por su extraordinaria calidad de vida, delicioso chocolate, las famosas navajas y claro, la relojería, es probable que leyendo esto lo está haciendo con un reloj suizo en su muñeca; sin embargo, no hay que olvidar, que si bien una gran mayoría de marcas provienen del país de la neutralidad, no todas las firmas relojeras vienen de ahí.
Para quienes nos hayan seguido acerca de la alta relojería sabe perfectamente que hay marcas provenientes de la tierra del sol naciente, Japón, capaces de lograr piezas genuinamente sorprendentes al nivel de ser rival de los relojes suizos; ahora, si estamos recordando a los japoneses no podemos olvidar a otro país proveedor de alta relojería… Alemania.
Es difícil de describir, pero muy fácil de notar cuando un reloj proviene de Alemania y no la región alemana de Suiza (o Suiza en general), paradójicamente es algo muy sencillo de notar: el secreto está en la estética del reloj.
Junghans Max Bill Chronoscope
Junghans Max Bill Chronoscope Bauhaus 100 años
Es aquí donde debemos abordar ese tren llamado Junghans, ya sea por el nombre o por lo leído en el párrafo pasado, esta es una marca relojera alemana que se remonta hasta los años ´60…de los 1800s, entonces realmente tienen mucha historia detrás de ellos.
Alemania es un país famoso por sus proezas de ingeniería y básicamente es un país construido por la ingeniería mecánica (que a diferencia de la creencia popular, no tiene nada que ver con la mecánica automotriz), en el mundo de la ingeniería famosamente se dice que la funcionalidad de algo jamás debe ser comprometido por su estética o para ponerlo en términos más simples, la forma sigue a la función.
La belleza de Junghans entra ahí, logran un maridaje digno de novela entre la estética del reloj con la manera en que este funciona sin que uno comprometa al otro.
El matrimonio de ambos elementos no termina ahí, si bien los estándares mecánicos son altos, también lo son los estéticos, el reto de darle un rostro al tiempo es igual de grande que darle un corazón al tiempo.
Junghans Form A
Combina estos últimos puntos y tienes una pieza tan excepcional como el Form A, tan solo hay que mirarlo para entender exactamente de qué trata Junghans, tienes un reloj cuya apariencia es capaz de resaltar de entre la multitud, pero no se esfuerza al hacerlo, no se siente que pide a gritos la atención, al contrario, hace que tú lo busques y termine dándote curiosidad para averiguar todo respecto a él…inclusive tener uno.
Es la misma historia con el Form C, un reloj deportivo que nuevamente no demanda miradas, pero si levanta interés y quizá más importantemente, no es un reloj que canse a la muñeca, ni a la vista, quizá sea el último reloj que necesites.
Y si cansan los abecedarios, están los Meister ya sea el Chronoscope o el Telemeter si te sientes con un ánimo retro-modernista.
Junghans, una marca para todo aquel que entiende y que no necesita hacerlo saber a los demás.
Junghans Form C