Con una hermeticidad garantizada hasta 610 metros de profundidad cuando se lanzó en 1967, luego a 1220 metros desde 1978, el Sea-Dweller combina todos los atributos del reloj de submarinismo moderno.
El Sea-Dweller, puesto a prueba en condiciones reales como parte del programa Tektite iniciado en conjunto con la NASA, la Marina de los Estados Unidos y el gobierno estadounidense en 1969, se utilizó en los primeros experimentos importantes con hábitats submarinos.