Como manufactura independiente y vertical, Rolex dispone de un aparato industrial que agrupa un savoir‑faire incuantificable. Relojeros, ingenieros, diseñadores y otros especialistas colaboran estrechamente para concebir y, posteriormente, fabricar los relojes. La cultura de la empresa se basa, ante todo, en los valores humanos que ponen el savoir‑faire y las relaciones sociales en el centro de las diferentes actividades.
Rolex representa numerosos oficios distintos, encarnados por hombres y mujeres especialistas en sus respectivos ámbitos. La marca diseña y fabrica la mayoría de sus componentes esenciales, desde la fundición de las aleaciones de oro al ensamblaje del movimiento, la caja, la esfera y el brazalete, pasando por el mecanizado, el acabado y el engaste. Además, pone a disposición del mundo entero sus diferentes savoir-faire gracias a una red y a un servicio posventa excepcionales.